Dentro del Ejército Lean han de estar todas las personas de la empresa. Has oído bien, ¡¡todas!!. Desde el Gerente hasta el último que haya entrado en la empresa. Si queremos llegar a la Excelencia, tendremos que ir en ese camino en todos los puestos de la empresa, o es que acaso en I+D no tienen desperdicios...
Vamos a poner varios ejemplos:
- Fabricación: si una máquina de corte es llevada por una persona y tenemos varias máquinas iguales (aunque puedan hacer distintas piezas), el Equipo será el de las máquinas de corte. Estas máquinas tendrán indicadores de productividad, averías, etc... que son comunes y cuando no se consigan tendrán unas causas similares.
- Departamento comercial: aunque cada uno de los comerciales se dedique a una línea de producto o a un canal distinto de venta seguro que tienen objetivos comunes... €/mes, nº nuevos clientes, visitas comerciales, etc...
Hemos visto que efectivamente, todos los empleados hemos de tener un equipo dentro del Ejército Lean. Estos equipos tendrán su mando, como en el ejército. La figura de este mando en nuestro Ejército es clave, porque será el encargado de gestionar todo lo que nos demande el equipo, ya sea acciones de mejora o denuncias de problemas en su trabajo diario.
Eh aquí la clave del éxito del Ejército Lean: los motores del sistema son los equipos de trabajo. Son ellos porque son los que denuncian los problemas y aportan ideas para mejorar. Los mandos intermedios o no tan intermedios han de canalizar esos problemas / ideas y darles respuesta. Y así es como iremos poco a poco mejorando.
Esta imagen nos muestra claramente cómo se nota en la organización el Ejército Lean. Al principio con los primeros equipos vemos resultados, pero cuando toda la organización está en el Ejército, pues la mejora es exponencial.
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